domingo, 24 de noviembre de 2013

Compradora compulsiva suelta en Bruselas.

Pues en eso se resume mi sábado pasado. Fui con mis dos amigos españoles a comprar los regalos, puesto que contando aquel fin de semana, nos quedaban dos semanas para irnos..
Estuvimos desde las doce del mediodía hasta las seis y media comprando, sí, estamos muy locos. Se suponía que íbamos a comprar hasta la hora de comer, y después haríamos "turismo" pero nada que ver... de turismo hicimos bien poco, porque lo que hicimos fue comprar, comprar y comprar. Mi amiga y yo compramos una barbaridad de chocolate *-* tanto para comérnoslo durante el día como para llevar a España, chocolatería que veíamos, chocolatería a la que entrábamos.. era imposible resistirte, y más aún cuando te decían: prueba nuestro chocolate.
Entramos en un montón de tiendas de recuerdos, en tiendas donde había cientos de cervezas, en chocolaterías y en un bar, un bar en el que se supone que es el mejor, y mis amigos estaban locos por tomarse una cerveza allí. En un principio preguntamos para ver dónde estaba, mi amigo entendió mal las indicaciones y no me hizo caso a mí, que yo había entendido otra cosa, que en realidad era cierta. Terminó rindiéndose, pero no de buenas maneras. Decidimos ir a ver el Manneken Pis, después volvimos a entrar en una tienda repleta de cervezas(esta vez era para comprarle una a nuestro profesor de filosofía para hacerle un poquito la pelota), yo pregunté si les apetecía ir a ver a la hermana del Manneken Pis (Jeanneke Pis) ya que estábamos cerca y yo sabía perfectamente como llegar hasta allí. Cuando íbamos entrando en la calle en la que estaba Jeanneke Pis leí el nombre del dichoso bar, pero claro, les avisé que primero teníamos que ver a Jeanneke Pis y que después podíamos entrar si ellos querían (estaba claro que querían). Eso era enorme, había una avalancha de personas, apenas te podías mover (yo esos lugares los detesto..) pero bueno, quince minutos después de recorrer todo el bar y sorprendernos con la decoración, encontramos un sitio para sentarnos. Mis amigos estaban súper contentos eligiendo una cerveza, fue mi amigo el que decidió ir a pedirlas, pero... por cosas de la vida no lo dejaron! La camarera que lo atendió le pidió el DNI, y cuando vio la edad dijo que solo podía beber cervezas de como máximo 4º de alcohol, él intentó todo para convencerla, le contó un poquito bastante su vida, la verdad, pero bueno, volvió a donde estábamos sentados para buscar una cerveza de máximo 4º pero no había ninguna, y como ellos querían las que querían, pues salimos de ese lugar(para mí fue mi momento de suerte, porque así no tenía que aguantar a esa avalancha de personas ni el olor a alcohol.) Después de que no les dejasen beber no se atrevían a entrar a ningún bar, así que entraron en una tienda que ya habíamos visto antes en la que vendían cervezas frías, así que se compraron una para los dos, insistieron mucho en que la probara porque decían que estaba muy buena, no sé qué, pero en fin, no la probé, odio las cervezas, no me gusta el alcohol.
Después del mal rato que pasaron los pobres seguimos entrando en chocolaterías y fuimos a ver la Gran Plaza otra vez, pero esta vez cuando ya había oscurecido, era jodidamente hermosa.
Entre los tres nos gastamos algo más de 300€ en 6h más o menos. Compramos mucho? En realidad no, el problema? Que compramos en las chocolaterías más caras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario